El miércoles pasado, aprovechamos con las chicas el 40% de descuento en The Fitz Bar y cenamos ahi.
El lugar, es muy romanticón, con muebles de estilo y grandes arañas que generan un ambiente relajado y retro. Hay varias mesas con sillones, generando distintos ambientes.
La atención, medio floja, los camareros no están identificados, así que no sabés si la persona que se acerca a tu mesa es un empleado del lugar o alguien que te levantaste. La panera bastante bien, nos acercaron varias rodajas de pan de campo con hierbas, que parecía casero y para untar una ricota que la verdad, no decía nada. Para comer pedimos, un cerdo con una salsa agridulce, un lomo con papas y una ensalada. El cerdo estaba un poco grasoso y con nervios, y el puré de batatas tenía tanto romero, que casi ni se le sentía gusto a la batata. A Flor, le trajeron un lomo demasiado rojo para su gusto (y nunca le consultaron a qué punto lo quería), lo devolvió a la cocina, y mas o menos tardaron 30 minutos en volverlo a traer. La ensalada nada del otro mundo, y además se olvidaron de traer los condimentos. Pedimos un vino Chardonnay Trumpeter, que estaba muy bien (algo independiente al lugar). En total, gracias al descuento, y con propina incluida gastamos $55 c/u. Sin café ni postre.
Me parece que la próxima elegiré a The Fitz Bar (que además queda en la esquina de casa) para tomar un café, y nada más que eso.
Dire
Fitz Roy y Nicaragua
El lugar, es muy romanticón, con muebles de estilo y grandes arañas que generan un ambiente relajado y retro. Hay varias mesas con sillones, generando distintos ambientes.
La atención, medio floja, los camareros no están identificados, así que no sabés si la persona que se acerca a tu mesa es un empleado del lugar o alguien que te levantaste. La panera bastante bien, nos acercaron varias rodajas de pan de campo con hierbas, que parecía casero y para untar una ricota que la verdad, no decía nada. Para comer pedimos, un cerdo con una salsa agridulce, un lomo con papas y una ensalada. El cerdo estaba un poco grasoso y con nervios, y el puré de batatas tenía tanto romero, que casi ni se le sentía gusto a la batata. A Flor, le trajeron un lomo demasiado rojo para su gusto (y nunca le consultaron a qué punto lo quería), lo devolvió a la cocina, y mas o menos tardaron 30 minutos en volverlo a traer. La ensalada nada del otro mundo, y además se olvidaron de traer los condimentos. Pedimos un vino Chardonnay Trumpeter, que estaba muy bien (algo independiente al lugar). En total, gracias al descuento, y con propina incluida gastamos $55 c/u. Sin café ni postre.
Me parece que la próxima elegiré a The Fitz Bar (que además queda en la esquina de casa) para tomar un café, y nada más que eso.
Dire
Fitz Roy y Nicaragua
No hay comentarios:
Publicar un comentario